viernes, 5 de junio de 2009

"Camino de ida", en Autopsia en prosa




http://joxito.blog.com.es/2009/05/09/camino-de-ida-carlos-salem-6085836/


No hay más que echar un vistazo a la sinopsis para darse cuenta que nos encontramos con una novela peculiar, de personajes inauditos, pero cuyo argumento nos embarca en una historia plena de ritmo, humor, diálogos delirantes y un poso surrealista que, sin embargo, consigue convencer al lector de que todo es posible. Si solo fuera una novela, sin más lecturas, ya sería harto interesante y nos dejaría la sensación de haber pasado un rato muy divertido y gratificante por lo que, solo por eso, tendríamos que estar agradecidos al genio de Carlos Salem, y quizás sea solo este el objetivo que se marcó al diseñar los personajes y la historia, pero lo dudo:

No puede ser casualidad que, siendo argentino pero afincado en España, haya pensado, como personaje principal de la historia, en un español (probablemente catalán) que, habiéndose zafado de las ataduras impuestas durante años por su mujer, española y, por supuesto, a la vieja usanza, castradora y dictatorial, evolucione con la historia buscando su lugar en un mundo real, donde con cada absurda situación, a modo de juego de rol, logra adquirir puntos de experiencia y autoestima para, desde gris funcionario, acabar su periplo en brazos de su nuevo amor, Ingrid: europea, liberada y auténticamente enamorada.

No puede ser casualidad que, durante el relato, todos los personajes con los que se encuentra sean argentinos y, con cada uno de ellos, se muestran todos los tópicos que definen esta nacionalidad. Se intuye un tono de denuncia, el poso de amargura por lo que pudiera, y tal vez debiera haber sido. Por lo que tal vez merezca, o tal vez no, su peculiar idiosincrasia. Artistas ególatras, sobrevalorados por un público pedante, vilipendiados por la envidia, aventureros, individualistas. Todo un crisol de actitudes que, en realidad, podríamos encontrar en el carácter y la herencia cultural de cualquier país latino: "En eso también nos parecemos -le dice en un momento dado Soldadi a Octavio-, mi país y el suyo: todas las cartas para ganar y terminamos perdiendo..." La particularidad la encontramos en que, quizás, Argentina ha resultado especialmente machacada por su propia naturaleza, por su indiscutible singularidad. Todo aderezado con múltiples, aunque elegidos, momentos filosóficos que se resumen en la teoría que da nombre al libro y, por supuesto, de fondo, el mundial de futbol.

Por último no puede ser casualidad la cantidad de guiños e iconos que podemos encontrar en la novela, desde un revolver oxidado, que en realidad no sirve para nada, pero que resulta tan importante como para pasar a ser otro personaje en la historia, hasta un gato, de nombre Jorge Luis, que en verdad representa el genio que su dueño nunca tuvo, o una nube, pegada a un retrovisor que guardamos en la mochila, y que no deja al protagonista olvidarse del pasado.

Opinión:

Pues a mí el libro me ha encantado, me ha divertido, lo he leído en un pis-pas y, además me ha hecho reflexionar. No se puede pedir más por menos (16.95 eurazos bien invertidos). Un autor desconocido para el gran público, en la que creo que fue su primera novela. Investigaré por ahí y procuraré leer alguna cosa más de su cosecha.

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